FELICIDADES, ¡ERES JEFE! Y, ¿AHORA QUÉ?
Por Gustav Juul / Presidente & CEO / RHHR Group
"Un buen jefe hace que las personas que le reportan se den cuenta de que tienen más habilidad de lo que piensan que tienen, para que hagan un mejor trabajo de lo que pensaban que podían hacer.” Charles Erwin Wilson
Te nombraron jefe y seguramente estarás entusiasmado con la oportunidad de liderar. También, es normal tener muchas preocupaciones e incluso preguntarte si eres capaz de lograrlo. No hay duda de que es la transición más difícil dentro del mundo laboral; es difícil ser jefe. Si no fuera así, cualquiera sería capaz de hacerlo.
Cuando a mí me promocionaron por primera vez, recuerdo haberme preguntado: ¿cómo van a reaccionar los que también se esforzaron para ser promocionados?, ¿qué dirán los que tienen más antigüedad que yo?, ¿seré un buen jefe?, ¿qué es ser un buen jefe y cómo lo haré?
Lo primero que debes hacer es respirar profundo y recordar no tomártelo demasiado en serio. Tendrás problemas, pero no te olvides de mantenerlo en perspectiva. Nadie es perfecto y nadie espera que cambies el mundo. Lo mejor es prepararse bien e intentar disfrutar del viaje. ¡Quién sabe a donde te llevará!
Como elefante en una cristalería
Como dice el refrán, sólo tienes una oportunidad de dar una primera impresión y tus primeras semanas en la posición estarán llenas de primeras impresiones. Éstas tienden también a ser pegajosas y por lo tanto difíciles de corregir. Tu primer impulso puede ser entrar, cambiar las cosas o tomar decisiones audaces para demostrar que estás a cargo, pero resiste a esa tentación, es una mala idea.
Te van a dar algún tiempo para adaptarte y es importante que lo aproveches. Es hora de escuchar y aprender. Lo más importante para tener éxito serán las conversaciones que tengas en las primeras semanas, incluyendo las que tengas contigo mismo.
Es crítico que hables con varias personas o grupos en tu transición de liderazgo tan pronto sea posible.
7 Conversariones obligatorias
- Tu Jefe
Todos le reportamos a alguien y para construir una relación con nuestro jefe, es importante tener una conversación, sobre todo si no tienes una experiencia real en gestionar equipos. Ésta es una excelente oportunidad para que te diga en qué te puede ayudar y lo que espera de ti.
Es frecuente que la descripción del puesto, no describa bien tus funciones y responsabilidades. Por eso, se convierte en una conversación crítica para que conozcas cómo ven tu papel y sus expectativas. Un tema que muchas veces se olvida comentar es el plan de comunicación. ¿Con qué frecuencia, cómo y con qué se comunicarán? Estas lagunas a menudo afectan las relaciones de supervisión.
- Tu equipo
Aunque seas nuevo en el puesto es probable que tu equipo te conozca bien. Sin embargo, los roles han cambiado. ¡Hay muchas razones para tener estas conversaciones! Definir tus expectativas y las que ellos tienen es crítico. Haz preguntas y escucha antes de hablar si quiere recibir su sincera opinión.
Ambas partes deben entender que las cosas han cambiado. No eres igual al antiguo jefe de equipo. Tener un diálogo abierto sobre sus preocupaciones y reconocer que la relación necesariamente será diferente por los requerimientos de tu nuevo puesto, es muy importante. Igual que lo debes haber hecho con tú jefe, no olvides establecer cómo esperas que la comunicación hacia ti y hacia tu equipo.
- Los amigos del trabajo
Lo más probable es que intentes retrasar esta conversación. El problema con esperar es que una vez que surja un conflicto o malentendido, será mucho más difícil. Es sano, para tu futura relación con ellos, hablar de manera abierta y honesta acerca de los cambios, incluyendo tus preocupaciones y temores.
- Tus Pares
El hecho de que ya conozcas a estas personas, quienes seguramente habrán tendido algo que ver con tu promoción, no determina que su relación se mantenga igual.
Algunas de estas personas pueden convertirse en tus mentores, otros te ayudarán a entender los aspectos técnicos de tu nuevo rol. Para ellos también, tu perspectiva será valiosa. Empieza a construir estas relaciones a través de conversaciones.
- Tu antiguo jefe
Esta es una conversación importante, especialmente si tu antiguo jefe permanece en la organización. Puede que ahora sean pares o que ambos hayan sido promovidos.
En cualquier caso, esta persona te conoce bien y te podrá decir en qué y cómo piensa qué deberías mejorar para ser un excelente jefe. Además, tendrá una visión diferente sobre las problemáticas del puesto que vas a ocupar. Escucha y aprende de alguien con más experiencia que tú.
- A quien reemplazas
Basado en la situación específica y la relación que tengas con quien reemplazas, puede o no ser apropiada tener una conversación. Si lo es, ¡aprovecha la oportunidad! Puede darte mucha información sobre el puesto, tu jefe, tus pares y el equipo. ¿Dónde están las trampas? ¿Qué tipo de cultura estás heredando? Dada la oportunidad ¿Qué haría diferente?
- La más importante
Hay una conversación más que necesitas tener, la que tienes contigo mismo. Lo más importante es que tú sepas lo que quieres lograr en tu nuevo rol, tengas claro cuáles son tus propias expectativas y las tareas que te vas a asignar para cumplir con lo que te has propuesto. Crea un plan para aprender las habilidades y adoptar los hábitos que te harán un líder más seguro y competente.
Estas conversaciones te ayudarán a realizar una transición más eficaz y confiable a tus nuevas responsabilidades.
Algunos buenos consejos de RHHR Group
RHHR Group, como firma en Reclutamiento, Desarrollo y Formación de Líderes, así como en Coaching, queremos compartir algunos consejos para sus primeros días y semanas como el jefe:
¡Disfruta el momento! – Date cuenta de que no estás ahí por casualidad. Si alguien no hubiera pensado que podrías ser un buen jefe, no te hubieran promocionado. Ten tanta confianza en ti mismo y en tus habilidades como la empresa tiene en ti. Sobre todo, disfruta el viaje, porque si no lo haces, no vale la pena.
Prepárate – La preparación es crítica. Aprende todo lo que puedas acerca de la empresa, especialmente sus valores, misión y propósito. Cuanto mejor los entiendas, mejor jefe serás. Tu nivel de responsabilidad ha cambiado y deberás velar por los intereses de la empresa, su cultura y el buen funcionamiento de tu departamento.
No controles, lidera – Uno de los principales mitos es que los nuevos jefes deben controlar a sus empleados directos y que éstos sigan sus órdenes sin cuestionarse. En el mundo real, y más con las nuevas generaciones, las personas responden mejor cuando hay un entendimiento del por qué de una instrucción y saber cuál es la meta que se deben lograr individualmente y/o como equipo.
Pide ayuda –Aunque puedas aprender por tus propios medios y seas jefe, serás más efectivo al apoyarte de otros. Los mejores líderes en cada industria saben que no se trata de lo capaz que eres como persona, sino de lo capaz que eres liderando al equipo para que de manera conjunta se logren los objetivos.
Encuentra un mentor – Por supuesto que habrá muchas situaciones que enfrentarás como jefe que no están descritas en ningún manual. ¿Cómo lidiar con una persona conflictiva? ¿Qué hacer con una persona que tiene un mal desempeño? ¿Cómo explicarle a un excelente empleado que no lo puedes promover porque lo necesitas en su puesto? No eres la primera persona que se enfrentata con esas situaciones, por lo que encontrar un mentor te dará tranquilidad, alguien con quien podrás discutir confidencialmente. Si es tu jefe, es lo ideal, si no, puede ser un coach.
Autoconocimiento – Conócete y sé tu mismo. Deja que la gente sepa quién eres y lo que vales. Una tarea temprana importante es que sepas cuáles son tus prioridades, qué es lo que más significa para ti e identificar tu estilo de liderazgo (Ver artículo Lifestyle – Diciembre, 2016). Cuando comuniques esto de manera clara para que los demás lo puedan entender, el respeto probablemente no esté muy lejos.
Código personal – Cuando uno se conoce es más fácil determinar el código moral y sistema de valores. Si empiezas a aceptar situaciones que van en contra de estas creencias personales, inevitablemente se caerá en aceptar cualquier cosa. Estas “reglas del juego” te ayudarán en todas tus decisiones.
Ser juez – Para mí, lo más difícil de una evaluación de desempeño no es rellenar el formato, sino estar frente a otra persona como juez. Finalmente, lo que se está decidiendo es, si la persona que uno tiene en su equipo, es la mejor para apoyarte en lograr lo que quieres lograr. En RHHR Group existe una parte de “rigor” y otra parte de “buen ambiente”. Una va con la otra y las dos son indispensables.
Cambia tu enfoque – Muchos nuevos gerentes cometen el error de pensar que lo que hicieron para llegar a ser jefe es lo que los mantendrá ahí. De la misma manera, muchas empresas piensan que un empleado por ser un excelente técnico puede ser un buen líder. ¡No es así! Hasta el momento, se trató de tus capacidades y competencias, a partir se tratará de tu gente, cómo motivarlos e inspirar a hacer un trabajo excelente.
Al final del día, tu desempeño no se medirá por lo que tú has logrado como individuo, sino lo que has logrado a través de tu equipo.
Enseñar vs. hacer – Ahora, tienes un equipo porque alguien pensó que no podrías lograr los objetivos por ti mismo. Posiblemente puedas hacer el trabajo con más claridad y precisión que otros, pero ya no es tu función. Tu función es comunicarte con tu equipo, asegurarte de que tiene los recursos que necesitan, enseñarles a ser mejores en sus puestos de trabajo y llevarlos hacia el logro de las metas del equipo.
Lograr éxitos del equipo – Reconoce al equipo cuando se lo merece. Puede ser tentador “vender” los logros de tu equipo como tuyos y en cierto modo lo son, pero hay que acordarse de que sin el esfuerzo individual y del conjunto serán muy escasos. Cuanto más acredites los esfuerzos del equipo, estarán más felices y motivado.
Ten un plan – Los mejores líderes saben a dónde van y a dónde están llevando a su gente. Tienen una clara visión del futuro y una estrategia para guiarlos hacia ella. Si no sabes a dónde vas nunca llegarás.
Sé accesible – Lo peor que puedes hacer es encerrarte detrás de una puerta. Como nuevo jefe, querras estar disponible. No importa lo ocupado que estés, debes dejar la puerta abierta, excepto para conversaciones privadas.
Sé decisivo – A la gente le gusta saber que están siendo guiados por alguien competente. Cuando llegue el momento de tomar una decisión, no andes con demasiados rodeos. Cualquier decisión, incluso si es incorrecta, es mejor que ninguna decisión en absoluto.
Gestiona – Recuerda que todavía tienes un jefe y es más importante que nunca construir o mantener una relación fuerte. También asegurarte de que los objetivos que se establecen para tu equipo están íntimamente ligados a las prioridades de tu jefe.
Errores – No te obsesiones con tus errores. Si deseas hacer un impacto tienes que salir de tu zona de confort. Cometerás errores y te sentirás incómodo, así que supéralo y aprende de estas experiencias. Es una parte de la vida. ¡No te preocupes!
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