¡FELIZ AÑO NUEVO! ¿ES MOMENTO DE RENUNCIAR?

Gustav Juul / Presidente & CEO / RHHR Group

“El primer paso para lograr el cambio es concientizarlo. El segundo paso es la aceptación.” – Nathaniel Branden

Todos hemos tenido un mail día en el trabajo o de vez en cuando, hemos batallado con sentirnos motivados por ir a la oficina. La alarma suena antes de que salga el sol y con un suspiro y una taza de café, logramos despertarnos para comenzar otro día de trabajo. Algunos tienen largos periodos de esa dificultad, período que un buen amigo describió como su “travesía en el desierto”.

Pero ¿qué pasa si es más que eso?, ¿cómo podemos reconocer la diferencia entre descontento normal, insatisfacción y auténtica divergencia? ¿El abuso verbal o las injusticias serán necesarias para reconocer que ha llegado el momento de irse? ¿Hay que esperar a estar en una mala situación? ¿Por qué no buscar la mejora de forma activa y lograr que sea una salida exitosa?

Es común que tardemos demasiado en darnos cuenta de que seguir en nuestra situación laboral actual ya no es de nuestro interés y que esperar a cambiar tiene consecuencias negativas. Puede parecer más fácil esperarse, a pesar de que no te sientas realizado con lo que haces; sobre todo cuando te llevas bien con tus compañeros o tus amigos y familiares admiran la empresa en la que estás. Si este es el caso, puede ser una buena idea tomar la difícil decisión de llevar a cabo un cambio.

“Si un hombre o sigue el paso de sus compañeros, puede que sea porque marcha a son de diferente tambor. Déjenlo seguir a la música que oye, cualquiera que sea el compás o la lejanía”. -Henry David Thoreau

Para algunos es muy claro que cuando llega el momento correcto para buscar un nuevo empleo, pero para otros no es nada obvio. ¿Estás constantemente estresado en el trabajo? ¿Sientes que no encajas en la empresa? ¿Piensas que la manera de interactuar en la oficina va en contra de tus valores? Si es el caso, seguro es el momento de seguir tu propio camino. A continuación, te comparto algunas señales claras de que estás en el sitio equivocado.

LA DISYUNTIVA

Dejar un trabajo puede impactar negativamente tu carrera profesional y vida personal. Sin embargo, quedarse en una mala situación laboral puede ser peor. Nuestro equipo de coaching nos comenta que a menudo se encuentran con personas paralizadas por la infelicidad de su realidad actual. Muchas veces es más fácil quedarse en su actual zona de confort.

Según nuestro juicio, la mayoría de las personas se quedan demasiado tiempo en trabajos en los que están incómodos y en empresas que tienen culturas con las que no comulgan. Esto en gran medida es causa directa del mundo empresarial, el cual se enfoca en mantener a las personas en su posición en lugar de encontrar el puesto ideal para la persona adecuada.

A pesar de ser poco conocidas en América Latina, existen evaluaciones psicotécnicas como las de RHHR Group llamadas BRIGHT, MPA y ESAI que logran determinar con exactitud cómo encajará una persona en una función específica y con qué estilo de liderazgo se encontrará más cómodo. Llevamos casi tres décadas haciendo este tipo de evaluaciones psicotécnicas en los países escandinavos con gran éxito.

“No juzgues cada día por la cosecha que recoges, sino por las semillas que plantas”. – Robert Louis Steveson

Como empleado, no te conformes con una posición que no te hace crecer. A continuación, te presentamos algunas herramientas para decidir si realmente ha llegado la hora de buscar otra opción y cómo hacerlo de manera efectiva.

En cuanto a las empresas, tener rotación o evitarla es enteramente una decisión suya. Según datos de RHHR Group, es mucho más una cuestión de compatibilidad que un tema monetario.

LAS SEÑALES

Si me preguntan si me gusta mi trabajo, respondería que amo lo que hago, aún cuando tengo días que no me apasionan. Identifica si todavía sientes la emoción por el conjunto general de tus actividades diarias. Estas son algunas señales de que algo no está como debe:

SUEÑA CON OTRA

Sin contar las ocasiones en donde una frustración provoca que desees un nuevo trabajo, si habitualmente sueñas con lo que te podrían ofrecer otras empresas, tu mente ya está fuera y probablemente es por una buena razón. N es una situación crítica, pero tómate el tiempo de investigar lo que ofrece la competencia.

ODIAS TU DESPERTADOR

Si en la madrugada tienes más ganas de llorar que de ir al trabajo, es hora de buscar un cambio. Piensa en lo que te está molestando. Aclarar qué es lo que no te gusta, sea para planteárselo a tu jefe optar por un cambio, te ayudará a decidir qué es lo que debes hacer.

SE FUE LA PASIÓN

Independientemente de lo que ganes, hay pocas cosas tan desgastantes como estar en un trabajo que tiene nada que ver con tus propios intereses y objetivo laboral. ¿Has qué punto has reemplazado la emoción que sentías cuando empezaste a trabajar por apatía?

FALTA DE CRECIMIENTO

Estar cómo en tu trabajo es bueno. Nunca ser retado y aburrirte, definitivamente no lo está. Si tu trabajo ya no te estimula como solía hacerlo puede que sea el momento de cambiar. Una vez que dejas de aprender y crecer como profesionista, es hora de cambiar.

SIN VOZ NI VOTO

Cuando tu jefe no te presta atención como antes, suele haber un problema. Sentirse valorado y reconocido, es la razón más importante para quedarse o irse de una empresa. Piensa si mereces la atención que estás recibiendo y si quieres conformarte con eso.

TE LAS SABES TODAS

Algunos llegan al momento en el que sienten que han aprendido todo lo que pueden de la empresa y si no hacen un esfuerzo para seguir creciendo o ningún nivel tiene más para aportarle, ya tiene la respuesta, está obligado a buscar un nuevo camino.

YA NO CREES

Puede haber cambiado la dirección de la empresa, las directrices, las políticas, la ética laboral o la manera en la que opera. Si el desencaje con la cultura corporativa es moral y/o ya no creen en la misión de la empresa, llegó el momento de revisar las ofertas de trabajo.

SE APAGÓ LA LUZ

Cuando tus capacidades y conocimiento ya no son aprovechados o la dirección no parece pensar que tienes más que ofrecer, es una indicación de que éste ya no es tu sitio. Todos sabemos qué pasa cuando los proyectos complicados ya no se te asignan, no te pueden tantos consejos o la promoción que te merecías se la dieron a otro/a.

SIN EQUILIBRIO

Cuando se rompe el equilibrio entre la vida privada t la laboral empiezan los problemas. Antes o después perderás la chispa que te hizo lo que eres y en vez de alegrarte por un nuevo día, empezarás a enfocarte en sobrevivirlo.

EL ESPERIAL NEGATIVO

Si has perdido las ganas de lograr cosas nuevas, no es productivo, no te importa el trabajo y no te esfuerzas por lograr tus objetivos o tampoco en cuidarte como persona, no cabe duda de que estás mejor fuera que adentro.

Puede que no tengas futuro en la empresa, el puesto te ha rebasado, la política interna es demasiado complicada, no hay recursos suficientes, no embonas con la persona a la que reportas o no tienes las competencias que se requieren.

Si te percatas de una o varias de estas señales pregúntate si el costo de quedarte en el puesto es razonable a cambio de lo que le estás aportando. Puede que el precio de admisión en cuanto al costo de la oportunidad y la carga emocional no valga la pena.

EL TERRENO

Abandonar un puesto no debe ser una decisión visceral. Tómate el tiempo necesario para evaluar la situación y asegúrate de que lo que estás sintiendo en el momento, tu realidad actual, sí es la realidad.

Podríamos sugerir que tengas una conversación ginesta con tu jefe sobre cómo te sientes y hasta dónde piensas que puedes llegar. Si consideras que no llevarías una discusión abierta y sincera, la segunda opción sería analizar tus evaluaciones de desempeño.

“El secreto de progresar es empezar. El secreto de empezar es dividir sus complejos y abrumadores objetivos en pequeñas tareas y después de empezar con la primera”. – Ernest Hemingnway

En las sesiones de coaching y trabajo con equipos de líderes, RHHR Group trabaja conceptos de feed-foward con técnicas muy efectivas que resultan en gran retorno de inversión tanto para la empresa como para el empleado.

Si tu empresa no logra emocionarte por el futuro que te espera ¿qué esperas? Si sientes que no vas a ninguna parte, ¿por qué seguir? Si la empresa no hace mucho por el empleado, ¿por qué debe el empleado desvivirse por la empresa?

LOS RIESGOS

Antes de tomar la decisión final, asegúrate de haber evaluado todas las desventajas. A pesar de haber encontrado una mejor opción y te sientas seguro de estar en el trabajo equivocado, existen riesgos al irte. Demasiada rotación no es buena en currículum, puede ser malo en cuanto a referencias laborales y te costará alguna antigüedad. En nuestra experiencia como Headhunters de alto nivel, pensamos que tener varios cambios laborales con menos de tres años en cada empleo es señal de poca estabilidad laboral y puede afectar tu reputación como profesional.

TU FUTURO

Como explicamos antes, uno no debe equivocarse muchas veces en su elección de empleo. Los cambios se necesitan analizar con la diligencia debida y tiene que ser para buscar una mejora. Pregunta a las personas que te están proponiendo el nuevo puesto qué es lo que imaginan para ti en la nueva empresa y confírmalo con una segunda opinión. El sueldo no lo es todo, especialmente si no hay plan de desarrollo. Pregunta cómo han evaluado que hay una buena conexión a nivel personal entre tu futuro jefe y tú. ¿Qué es lo que más les ha llamado de tu personalidad y lo que menos? Esto te asegurará que tienen un plan para ti, te entienden y que hay una buena conexión.

Las personas deben renunciar con el fin de ir hacia algo mejor y no sólo por un capricho. Solamente en situaciones de abuso flagrante recomendaría renunciar. Asegúrate de que tu siguiente paso sea sensato, ¡ten una estrategia que te emociones!

TU CARRERA

Existe la idea de que le debemos algo a la empresa en la que trabajamos; y la noción de que hay que quedar en buenos términos con la empresa es imprescindible. Lo importante es hacer un gran trabajo durante el tiempo que estés laborando ahí.

No ganas lo más mínimo quedándote semanas en tu antiguo empleo. Nadie te lo va a agradecer. Cuánto más hagas, menos valorarán lo que hayas hecho y más puntos tendrás para empezar mal en tu nuevo proyecto. La razón es obvia, una flagrante falta de compromiso con el nuevo proyecto. Hemos visto personas quedarse religiosamente los 15 días preaviso en su antigua empresa y seguir apoyándolos semanas después. ¿Qué imaginas que piensa de ti tu nueva empresa?

Cuando una empresa despide a una persona, ¿cuánto tiempo consideras que se ha preparado para tu salida antes de comunicártelo? ¿Cuántas personas han estado preparando la salida sin que te enteres? ¿Por qué aplican las reglas diferentes para el empleado? El objetivo no será ofender a tu jefe, pero seguro que sobrevive él y la empresa.

Piensa primero en ti y después también. 

 

 

Más Noticias